La migración del ácido hialurónico hacia el labio blanco es un fenómeno que se ve con bastante frecuencia después de un tratamiento con ácido hialurónico y delata que la paciente «se ha puesto labios». Seguro que todos lo reconocéis. Se produce por varios motivos, entre ellos:
El empleo de una cantidad excesiva de producto.
El uso de productos «demasiado densos» o reticulados aplicados en una piel tan fina como es ésta y en un plano superficial.
La infiltración del ácido hialurónico mediante técnicas que introducen la aguja justo en el borde del bermellón.
Lo que inicialmente se realiza con el objetivo de crear un labio superior más definido y perfilado acaba en muchas ocasiones distorsionando la anatomía propia de la zona y provocando un aspecto antinatural y poco favorecedor a la persona.
Resulta llamativo que muchas pacientes no sean conscientes del aspecto que proyectan sus labios. El ácido hialurónico puede llevarse incluso años en esta zona sin reabsorberse, así que los pacientes llegan a acostumbrarse y a normalizar su nueva imagen.
Tratar con #acidohialuronico los labios y la zona perioral resulta embellecedor a cualquier edad, ayuda a mantener las proporciones y aporta estructura y solidez, pero siempre debe hacerse respetando la anatomía facial, la del propio labio y la de cada persona.
Concretamente pienso que a esta paciente no le hacía falta porque tiene unos labios preciosos, aunque en este tema para gustos colores… ¿Qué pensáis?